LAS CYCLADES Y EL GOLFO SARÓNICO
Desde Atenas zarpamos rumbo cabo Sunion , desde su cumbre el Templo de Poseidón se contempla todas las tardes una de las más bellas puestas de sol que se puedan imaginar. Seguimos navegando hasta Kea, pequeña isla que queda fuera del rumbo tomado por la gran mayoría. Más al sur la tranquila isla de Kitnos.
Sérifos y Sifnos se parecen mucho en tamaño y envergadura, bonitos pueblos y gente amable aunque testarudos como sus asnos, que se obstinan por cultivar las pocas zonas fértiles de sus colinas. Lugar de descanso de los intelectuales Griegos.
Recalaremos en Milos, entre colinas con terrazas donde crecen los olivos y valles salpicados de adelfas y enebros salvajes, asoman las cúpulas azules de iglesias y monasterios.
Abandonamos estas recónditas islas para dirigirnos al Golfo Sarónico, se encuentra Astros construida, en las sutiles colinas de una bahía arenosa.Toda esta zona se caracteriza por su orilla escarpada que cae sobre el mar, rindiendo números fondeaderos en todo el litoral. Tanto en Porto Heli como en Monemvassia se encuentran las playas más bellas y vírgenes del peloponeso. Continuamos hacia Poros, Aegina, o Hydra nos prestarán abrigo mientras nos dirigimos de nuevo a nuestro puerto de partida.
